3 h. 40'
2/5
140 m.
11,5 Km.
No
4/5
Tierra
No
Con transporte público salimos de Cuzco en dirección Urubamba vía la población de Chinchero. Deberemos pedir que nos avisen para bajar en el Paradero de Maras-Moray donde tendremos dos opciones: coger un taxi hasta Moray -15 soles- o bien subir a pie, poco recomendable si queremos aprovechar el día para hacer otras actividades.
Para los estudiosos Moray era posiblemente un centro de investigación agrícola incaico donde se llevaron a cabo experimentos de cultivos a diferentes alturas. La disposición de sus andenes produce un gradiente de microclimas teniendo el centro de los andenes circulares concéntricos una temperatura más alta y reduciéndose gradualmente hacia el exterior a temperaturas más bajas, pudiendo de esta forma simular hasta 20 diferentes tipos de microclimas. Wikipedia
El interés principal de esta excursión lo encontramos en las visitas culturales a los andenes concéntricos de Moray y a las tradicionales salinas de Maras, dos enclaves destacados del Valle Sagrado peruano. Contamos con el aliciente de poder unir ambos emplazamientos con una caminata de poco más de 10 Km. dónde disfrutaremos de una comunidad rural con mucha vida y del paisaje típico de la sierra andina.
Empezamos por las ruinas de Moray.
Éstas han sido un misterio desde hace relativamente poco, primero consideradas una especie de anfiteatro, los estudios más modernos las han catalogado como el laboratorio de la agricultura inca, el lugar ideal para el estudio de la variedad de la patata andina entre otras especies -ver apunte- .
Es posible rodear las ruinas caminando, el emplazamiento tiene hasta 4 círculos diferentes y se puede descender al fondo de ellos por escaleras suspendidas en los muros. Los incas fueron grandes maestros de la arquitectura y lo demuestran hasta en los más pequeños detalles.
Es conveniente reservar fuerzas para la salida de Moray, la pendiente a más de 3500 metros de altura se hace sentir, igual que hay que venir preparados para el sol de altura, gorra protectora, crema solar y abundante agua son imprescindibles para finalizar la visita con éxito.
Descendemos hacia Maras con los Andes como telón de fondo
Saliendo de Moray tomamos la pista de acceso por la que hemos llegado en coche, para dejarla de frente justo cuando el camino hace un fuerte giro a la derecha, después de haber cruzado una hondonada. Podríamos regresar por la misma carretera pero es una opción polvorienta y que da mucho rodeo. Ir directamente hasta las salinas de Maras sin pasar por el pueblo de Maras es más rápido pero puede ser perdedor. Es poco recomendable si no se va con un guía local.
Por lo tanto seguimos el camino que cruza de frente los campos de la comunidad de Maras iniciando un descenso que ya no se interrumpirá hasta que lleguemos a la plaza de armas del pueblo. Hay que decir que el camino es claro y nada perdedor, también ayuda que parte del mismo lo hemos recorrido o visualizado durante la ida.
Si hasta la plaza de armas hemos avanzado en dirección Este ahora tocará proseguir rumbo Norte. Cuatro kilómetros de bajada por una pista que se va estrechando hacia un desfiladero, hasta la misma entrada al complejo salinero de Maras.
Detalle de las pozas de las Salinas de Maras
Atención en la entrada, dónde cobran a los visitantes quieran o no visitar las salinas. Si sólo estamos de paso por el camino para bajar hasta Urubamba, no deberíamos pagar...
Descender por el sendero es más que suficiente para tener una visión completa de las salinas. Si queremos aprender el funcionamiento del complejo, en el que trabajan unas 120 familias y que se nutre de una fuente termal natural para producir sal cada 25 días en sus pozas de evaporación, es bueno pagar la entrada y seguir el mini-tour organizado.
Para los amantes de la fotografía es la ocasión perfecta para perderse por el complejo en busca de inspiración creativa.
Una vez saciados de paisaje nos quedará afrontar el último descenso hasta al río Urubamba que se dirige caudaloso al mismo Machu Picchu.
Cruzaremos el río por un amplio y destartalado puente, nuestro acceso para llegar a la carretera. Una combi nos llevará hasta la cercana población de Urubamba -5 '-, parada previa obligatoria a nuestro camino de regreso a Cuzco -1 h. en combi-.
Consideración final: la excursión en sí no es muy larga pero hay que añadirle la visita cultural y los desplazamientos desde Cuzco. Sumando los tiempos nos sale una actividad casi de día completo, quizá combinable con las cercanas ruinas de Ollantaytambo y ya con suerte, la visita en martes, jueves o domingo, del mercado tradicional de Písac.