1 h. 30'
1/5
97 m.
3 Km.
No
4/5
Tierra
Sí
El Bosque de piedra se encuentra 20 km. al suroeste de Cajamarca saliendo por la Avenida de Perú en dirección al mirador de Bella Vista, atalaya de la ciudad. Desde aquí seguiremos remontando la carretera hasta alcanzar los 3580 metros de altura dónde se encuentra emplazado Cumbemayo.
Esta breve excursión en altura nos permite rodear los enclaves más destacados de Cumbemayo, los restos arqueológicos de un largo acueducto de 9 km., un altar ceremonial preincaico y cuevas con gravados y petroglifos. A la vez podremos recorrer el estrecho desfiladero compuesto de estilizadas formaciones rocosas, de origen volcánico, conocido como los Frailones.
El bosque de piedra de Cumbemayo es un espacio cautivador, con una historia que nos remite a un centro ceremonial de gran importancia en la antigüedad que abarca diferentes culturas, desde la Cajamarca, pasando por la Chavín hasta los Incas. Actualmente todavía es un centro de peregrinación de todo tipo de visitantes que lo escogen para acampar por su halo de misterio y misticismo.
Mujeres trabajando el olluco -tubérculo andino-
El camino tiene pocos desniveles, cosa que se agradece en altura. Para los aprensivos, remarcar que al inicio de la ruta hay que superar un paso por una estrecha cueva conocida como el Santuario.
La estrechez lleva a unos campos, todavía trabajados por la gente de la región para el cultivo de todo tipo de variedades de tubérculo andino.
En definitiva se trata de una paseo asequible, mezcla de historia y naturaleza, una puerta de entrada muy ligera a una zona con múltiples opciones de exploración.
Por cierto como en todos los emplazamientos turísticos del Perú se paga una entrada.
De Cumbemayo podemos seguir la carretera y visitar la cooperativa evangélica granja Porcón, famosa por sus setas y sus productos lácteos. La granja es una comunidad que cuenta con varios restaurantes, un pequeño y completo zoo y todo tipo de actividades educativas relacionadas con el medioambiente. La extrema devoción de sus miembros se ve reflejada en la carretera de acceso repleta de anuncios con la palabra de Dios.