1 h. 20'
1/5
200 m.
10 Km.
4/5
3/5
Mixto
No
De Matadepera tomamos la carretera a Talamanca, la BV-1221. Llegaremos al Coll d'Estenalles donde podemos aparcar junto al "Centre d'interpretació del Parc Natural". Hay un gran parquing habilitado especialmente para los fines de semana.
Si un día tenéis la mala suerte de llegar al Montcau y no podéis disfrutar de las magníficas vistas desde la cumbre, puede ser el día en el que valga la pena la excursión a la cueva Simanya. Esta se encuentra en la cara este del Montcau, justo por encima de la canal del Llor en una zona con gran cantidad de cuevas interesantes, entre ellas la más grande la Simanya y que nos pueden salvar un día de lluvia o niebla, que no inviten demasiado a caminar...
La ruta se puede hacer directamente desde el collado "d'Estenalles" o una vez hecha la cumbre del Montcau, no importa, la cuestión es llegar al collado "d'Eres". De allí seguimos el GR-5 que baja primero por unas gradas y después por un sendero bastante descompuesto, la inclinada canal del Llor. A los cinco minutos dejamos el GR y nos desviamos a la izquierda para empezar a planear (indicado). En frente contemplamos las amplías vistas hacia Finestrelles y bien pronto a la izquierda veremos la gran entrada a la Simanya, con una forma sinuosa muy característica, precedida por la también visitable Simanya Petita.
Una vez equipados con la luz pertinente explorar el interior de la cueva nos traerá poco más de 30 minutos. Sólo entrar tenemos un pasillo a nuestra izquierda, pero lo mejor es continuar hacia adelante y después seguir una ancha curva hacia la izquierda. En todo momento avanzamos semi agachados y el agua y el barro son omnipresentes. Nos adentramos en la oscuridad del lugar y aparece una nueva bifurcación a la izquierda, visitable, mientras el agua nos va envolviendo con su sonido. No esperéis encontrar grandes formaciones ni estalactitas espectaculares, pero en el lugar se respira un cierto misterio no sé si alimentado por su tétrica leyenda... La cueva se va estrechando hasta que ya se hace difícil avanzar. Nosotros hicimos media vuelta pero con ganas de explorar se puede visitar un buen trozo más. De hecho si al entrar continuamos de frente podemos explorar algunas zonas estrechas dónde es necesario arrastrarse.
En definitiva es una buena salida para complementar la visita al Montcau y una muy fácil puerta de entrada al mundo de la espeleología, sólo necesitaremos una linterna, que no nos importe salir algo sucios de barro y ganas de explorar. Una botas de agua o similar serán de agradecer!
Nosotros acabamos el día con la visita al Puig de la Balma, masia medieval construida en una oquedad. Actualmente es museo, restaurante y casa rural. Se encuentra a las afueras de Mura accesible por una pista forestal un tanto maltratada pero la visita es muy recomendable.
Cuenta la leyenda que el sacerdote Ermendia, en el siglo XVII, se aventuró en el interior de la cueva Simanya hasta encontrar en una gran plaza, un montón de estiércoles frescos, que lo hicieron sospechar de la existencia de una gran bestia, supuestamente un Dragón. También decía que en el interior de la cueva había plazas y calles, como de un pequeño pueblo, donde había hombres y niños desnudos esperando ser la ofrenda para el Dragón.