4 h.
2/5
550 m.
6,3 Km.
Sí
2/5
Tierra
Sí
Salimos de Sant Celoni por la BV-5114 dirección Campins y Santa Fe del Montseny. Nos espera una larga carretera de montaña que sube serpenteante por el macizo del Montseny. Antes de llegar a la ermita de Sant Marçal, pasados unos 5 km de Santa Fe y antes del punto kilométrico 26 de la BV-5114 encontraremos una área a la derecha de la carretera para aparcar. De referencia tenemos justo a la izquierda una ancha pista de tierra, inicio del camino.
Les Agudes por la cresta dels Castellets es recomendable para los caminantes habituados a la montaña, sin ser difícil tiene algunos pasos de trepada que no serían recomendables para hacer con niños ni tampoco animales de compañía a no ser que podamos cargar con ellos en los tramos más aéreos.
El camino dispone de diferentes opciones y se puede complicar tanto como se quiera. Lo habitual es subir por la cresta donde se encuentran los característicos "Castellets" promontorios que se interponen entre nosotros y Les Agudes y que iremos superando uno a uno con diferentes trepadas. La subida está indicada con pintura roja y - en el tramo final y más expuesto - con pintura amarilla. Seremos libres de escoger variantes más o menos directas.
Superado el paso más "complicado", una estrecha y corta canal, pronto llegaremos a Les Agudes (1.706 m.), cima del camino y gran mirador que si no fuera por el viento habitual sería perfecto. Desde aquí tenemos la agradable opción de seguir hasta el cercano Turó de l'Home, techo del Montseny (1.712 m.) bajando al collado de Les Agudes y superando el Puig Sacarbassa. Deberemos añadir 2 horas más a la excursión.
Buscando el mejor camino de regreso. A veces la senda es perdedora
Si ya hemos tenido suficiente, tomamos igualmente el camino al collado de Les Agudes y aquí giramos hacia la ladera oeste siguiendo primero el GR 5.2 hacia Sant Marçal para al poco rato abandonarlo a la derecha, siguiendo hitos y antiguas marcas de pintura morada. Cruzaremos de nuevo los primeros Castellets y con un poco de suerte podremos dar con la cadena equipada que asegura una corta cornisa.
A pesar de las dificultades características de cada estación, en invierno esta ruta es ya de dificultad, curiosamente en otoño el peligro principal no se encuentra tanto en las trepadas sino más bien en la acumulación de hojas que encontraremos en el hayedoque abre y cierra la caminata - como en un sueño infantil nos pueden llegar hasta la cintura - que pueden provocar unas buenas risas y más de un paso en falso.
A media subida, poco después de llegar a la cresta, tenemos la opción de pasar un corto tramo equipado con una cadena que asegura una estrecha cornisa. Como decimos es un paso opcional evitable si tomamos previamente un desvío a la izquierda. El paso está reseñado en el volumen I de la guía de Alpina Recorreguts i passos equipats (cat).