1 h. 15'
1/5
90 m.
4,64 Km.
Sí
5/5
Pasarelas
Sí
La vía más rápida es el acceso por la entrada norte del Parque Nacional de Yellowstone la carretera 89 que baja desde la población de Gardiner, Montana. La carretera permanece cerrada hasta abril.
Para acceder hay que pagar $25 -2012-. Existe la opción de comprar el annual Pass, $80, que da acceso a la entrada de todos los parques nacionales de E.E.U.U. durante un año.
El Norris Geyser Basin es una de las zonas termales más calientes de todo el parque de Yellowstone. También una de las más hostiles para la vida, sus ácidas aguas se lo ponen difícil hasta a las algas y a las bacterias, por eso los colores que podemos ver aquí son únicos en el parque.
Para el visitante es todo mucho más fácil, unas pasarelas de madera, tramos escalonados y zonas delimitadas nos guían por un circuito en forma de 8 que serpentea entre los atractivos de la zona, el Back Basin y el Porcelain Basin. Una caminata que se puede acortar o alargar a placer y con múltiples opciones de recorrerla. Las pasarelas además de hacer el recorrido accesible son también el mejor sistema de seguridad. Está prohibido caminar fuera de estas, el instinto ya te advierte que no es una buena idea, pero siempre está bien recordar que el suelo aquí es inestable y una caída puede ser muy peligrosa.
Entre los atractivos de la zona se encuentra el géiser activo más potente del mundo, el Steamboat géiser con erupciones registradas de más de 115 metros de altura. La pena es que es un géiser muy irregular, con una baja probabilidad de ser visto en directo en su máximo esplendor, la última vez fue una calurosa mañana del 31 de julio del año 2013.
Pasarela de madera hacia el Steamboat géiser
Vista general de Norris Geyser Basin
Pasarela -con niños hay que avanzar con mucha precaución-
Se esconde el sol entre los vapores
A simple vista el paisaje es tan chocante como único. Produce cierto respeto caminar por aquí. En esta primera incursión nos dimos cuenta que Yellowstone no es el típico paisaje idílico, al contrario, nos encontramos con un bosque devastado por la acción termal, rodeado de fumarolas, fango burbujeante y vaporosas piscinas termales, tal como si una guerra acabara de destruirlo todo.
Un contraste espectacular que no nos cansamos de contemplar durante nuestra corta estancia en el rey de los parques estadounidenses.
El nombre de la zona termal se debe a la figura de Philetus W. Norris segundo supervisor encargado de preservar los tesoros del Parque Nacional de Yellowstone.