Bien
08-10-2022 deandar
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2 h 15'
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9,31 km
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Sur
Justo después del cartel de entrada a Uña por la CM-2105 desde Villalba de la Sierra tomamos el primer desvío a la izquierda. Hay un poste de electricidad y un pequeño poste vertical del PR a la Raya poco visible desde el desvío. El camino primero asfaltado, pronto se vuelve de gravilla. Encontraremos un amplio estacionamiento a mano izquierda entre el río Júcar y la canalización de agua Uña-Villalba.
Seguimos la pista de tierra hacia al norte y encontraremos indicadores del PR CU-37 a la Raya y el Escalerón. No seguiremos ese itinerario, será nuestro regreso. Continuamos al oeste por la pista ancha siempre paralelos a la canal que sale de la laguna de Uña.
En la pista principal cruzamos el Arroyo de la madera -más abajo hay unas pozas para bañarse en verano-
Bajando por la pista principal llegamos al río del arroyo de la Madera, nuestra referencia para la subida a las Catedrales. Lo cruzamos por encima de unas piedras.
Seguimos por la pista y cogemos un atajo que la cruza recto. 300 metros más adelante, en una curva pronunciada a la izquierda nos desviamos a la derecha por una senda que sube paralela al arroyo. Pasaremos cerca de la entrada de la cueva del Tío Manolo. No es visible pero la podemos encontrar si hacemos un desvío de 3 minutos a la derecha. No vale la pena si no pensamos recorrerla.
Entrada previa a la zona de las escaleras de madera
Seguimos subiendo, el camino se va estrechando cada vez más y nos obliga a una primera trepada que con la ayuda de unas piedras y un tronco seco podremos superar con más facilidad. Estamos ya en las Catedrales y este paso histórico nos va a mostrar su cara más audaz, que queda escondida detrás de un muro de piedras.
Son dos escaleras rústicas de madera que suben dos resaltes secos que el agua del torrente ha erosionado en una oquedad. El primero es el largo de unos 6 metros, el segundo es más corto de unos 4 metros pero más vertical. El paso es fácil, apto para niños y en general para toda la familia pero vamos acumulando altura y los listones, donde los hay, son irregulares. Si vamos con mascotas las tendremos que cargar.
Las escaleras de madera tienen su mantenimiento, Moisés, carpintero del pueblo de Valdemeca se dedica a la conservación altruista de este y otros caminos de la Serranía de Cuenca.
Vista frontal de las escaleras de madera
Parte superior de la segunda escalera -hay que agacharse-
Detalle de la estrechez con dos bloques empotrados
Saldremos de lo alto de la segunda escalera con un poco de dificultad, más si vamos con mochila. Seguiremos agachados a la derecha pasando una estrechez con varios bloques empotrados por encima de nuestras cabezas. Aunque esta es una completa excursión y este paso equipado es muy corto pasar por aquí y después por la Raya justifica toda la salida. Que ambiente, altas paredes con vegetación vertical, plantas rupícolas, helechos, musgo y la luz que entra con dificultad desde lo alto.
Subimos por pasadizos y en ocasiones usaremos las manos para avanzar. Encontraremos un antiguo tronco en mal estado por el que la gente solía trepar, seguimos a pie por la izquierda. Hacia arriba el camino sigue estrecho pero se va abriendo poco a poco. Sin senda muy definida, tenderemos a apartarnos del risco para ir a buscar una ancha pista que sube en dirección sur.
Es la senda del Buitrino y el camino de las Coronillas después, muy concurridos en los dos sentidos de la marcha. Forman parte de varios PR de la zona que van y regresan de Uña y conectan con otras zonas de la Serranía de Cuenca como los Callejones de las Majadas.
El aliciente de esta senda es que podemos acercarnos a las cornisas en todo momento o a los miradores de la Asomadilla o al puntal de San Roque y disfrutar de las vistas abiertas sobre la laguna de Uña y del cercano vuelo de los buitres leonados.
Encontraremos muchos miradores sobre la laguna de Uña. Aquí en el puntal de San Roque
Camino natural e histórico de la Raya pasando por la cornisa
Tramo final de bajada hacia la laguna de Uña
Para la bajada final nos espera otro paso histórico, el de la Raya. Este no está equipado aunque si tiene varias escaleras talladas en la roca. En su tramo más característico la Raya pasa por una ancha cornisa con vistas a la laguna de Uña. Igual que las Catedrales este paso justifica la excursión. El sendero recorre la cornisa hacia el este y a la mitad se desvía a la derecha, señalizado, para bajar hacia la laguna y el inicio de la aproximación.