Bien
25-08-2019 deandar.com
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3'
2 h. 20'
1 h. 15'
720 m.
5 km
120 m.
250 m.
1
1
0
No
Sí
10 €
Oeste
Viniendo de Cazorla por la A-319 entramos a la Iruela que cruzamos casi hasta el final. Estacionamos antes de la piscina Municipal en el kilómetro 16,5 después de pasar las oficinas de Tierraventura Cazorla. A mano izquierda hay espacio para diez vehículos y a la derecha para tres.
Desde el estacionamiento vemos al frente la Mocha por la que sube la vía ferrata. Siguiendo el arcén derecho de la carretera llegaremos a unas escaleras y un plafón informativo de la vía ferrata. La vía es privada hay que abonar la entrada en las oficinas de Tierraventura Cazorla que se encuentra 75 metros retrocediendo la carretera desde el aparcamiento.
Vista de la cima de la Mocha desde la carretera A-319 en la Iruela
A todos aquellos que se quieren iniciar al mundo de las vías ferrata y nos piden consejo siempre les recomendamos dos opciones con un mismo objetivo: poder recorrer estos itinerarios con la máxima seguridad. Para la primera vía ferrata aconsejamos contratar los servicios de un guía experto. Si no se puede la otra opción es hacer una vía ferrata de pago dónde se garantiza el material instalado y se evitan sorpresas.
En el caso de la Mocha en la Iruela se cumplen ambas opciones. Si ya tenemos experiencia podemos pagar una entrada de 10 euros para hacerla por libre y si necesitamos formación basta con contratar el servicio de un guía titulado, con el alquiler del material incluido. Todas las posibilidades las podéis encontrar en Tierraventura Cazorla la empresa de turismo que gestiona y además ideó y equipó todo el proyecto.
El añadido a las facilidades de todos los servicios es que la vía ferrata de la Mocha es un gran itinerario de iniciación, largo, variado y no exento de desafíos, en un entorno único en la entrada del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa.
Poco más se puede pedir, como se relata en otros blogs especializados, es de aquellas vías ferrata en las que vale la pena pagar. Sin dudar lo secundamos.
Entrada de la vía ferrata
Si hacemos la Mocha con un guía hay una zona de prácticas antes de empezar el itinerario en sí. Un muro de 10 metros equipado con escalones y cable de vida del que se desciende vía rapel. Es el momento de calibrar las fuerzas antes de entrar en materia. Hay incluso un pequeño desplomado donde poner a prueba si nuestros brazos responderán.
Con todo listo nos dirigimos a la puerta de entrada de la vía ferrata una escalera de cable tipo electrón con una trampilla superior para evitar el acceso indebido. Ojo que la vía tiene un horario de apertura y en verano solo se puede hacer por las mañanas. De aquí para arriba nos espera un itinerario que gradualmente va aumentando la dificultad. En total 6 sectores verticales unidos por cortas repisas más o menos horizontales, con escapes por si alguien está en apuros y un tramo final en flanqueo hasta el puente tibetano de 40 metros.
El primer sector de 30 metros y el segundo de 15 metros son de calentamiento, aunque verticales tienen abundante material que facilita la progresión. En este primer contacto con la instalación vemos que no se ha escatimado en medios, todo es de acero inoxidable. Y se nota que no es el primer trabajo de los equipadores que cogieron práctica instalando la cercana Malena Blues.
Es en el tercer sector vertical de 15 metros y algo protegido entre los árboles donde encontramos la primera dificultad, un desplome cercano al K4, corto y explosivo. Para evitar sustos a los que se inician se ha equipado por la derecha una escalera metálica que lo evita. Desde aquí las vistas al castillo de la Iruela son espectaculares pero más arriba todavía mejoran.
Tercer sector con el desplome de salida
Pasado el tercer sector nos acercamos al cono superior característico de la Mocha y por tanto a la zona más aérea de la vía ferrata. Encontraremos un par de resaltes verticales bien equipados de 25 y 32 metros antes de tomar el desvío de variantes en el collado de los Valientes. Si seguimos hacia arriba cogeremos la variante difícil. Si seguimos a la derecha iremos por la variante fácil, poco aérea y sin el puente tibetano. 160 metros de alternativa accesible para los que ya han subido hasta aquí.
Si tenemos ganas de más merece la pena seguir hacia arriba donde nos espera el tramo más largo y sostenido, de 69 metros, con el paso de "las Hormigas" vertical y bastante expuesto y el flanqueo lateral con dos escaleras, la campana -al estilo de la Cágate Lorito- y un mini desplome divertido. Para una persona que hace una primera ferrata todo este sector es más que un desafío y representa todo un acierto por parte de los equipadores aun sabiendo que se le puede atragantar a los que tengan dudas. Por eso en el collado de los Valientes es importante tomar la decisión correcta que llegar hasta aquí ya requiere valor.
Mientras subimos veremos que la vía hace un ladeo extraño. En el momento de la instalación se tuvo que modificar parte del trazado, la idea inicial era subir directo hasta la cima de la Mocha, cosa que habría resultado en un itinerario muy aéreo pero la mala calidad de la roca hizo replantear el final de la vía ferrata. Así se perdió exposición pero se ganó el flanqueo de 51 metros por la cara noroeste que da acceso al puente tibetano. Sin ser muy expuesto es también un gran cierre, nos regala grandes vistas y emoción extra con el inevitable tambaleo de cables. Por cierto el cable de vida va algo alto lo que nos da seguridad pero dificulta un poco la progresión si nuestros cabos de anclaje no son elásticos.
Entramos en el sexto sector vertical -el más expuesto-
Después de un corto paso lateral a la izquierda del puente damos con la puerta de salida de la vía ferrata. Es la hora de las valoraciones mientras subimos a pie hasta la cima de la Mocha que queda a unos 70 metros al oeste. La vía ferrata de la Mocha consigue transmitirnos emociones, nos da y exige a partes iguales, es una gran vía ferrata para estrenarse en este mundo vertical y es perfecta para ir ganando confianza.
Para finalizar un detalle del coste de construcción de la vía. Se invirtieron 18.600 euros, presupuesto muy ajustado solo contando el material instalado en la pared y las horas de montaje. Fue financiado al 80% por la Diputación de Jaén en el marco de la dinamización turística de la Iruela. Pero no solo para el turismo, hay el compromiso de que sea una instalación accesible a las entidades locales y a los federados. El precio para federados en montaña es de 7€ y los clubs deportivos locales y comarcales sólo pagan 5€.
En definitiva una buena iniciativa que se merece el apoyo con una visita, saldréis tan gratamente sorprendidos como nosotros y si tenéis descuento todavía más.
Vista del puente tibetano de 40 metros desde el final de la vía ferrata
Vídeo resumen del itinerario
Tenemos dos opciones de regreso:
» Saliendo de la puerta de la vía ferrata seguimos el Sendero de las Ánimas que desciende a mano izquierda, tendencia noreste. En unos 20 minutos de zig-zag llegaremos al inicio de la vía ferrata.
» La opción más larga se toma siguiendo el sendero a la derecha, tendencia sureste, que sube para ir a buscar un tramo del GR-247 que pasa por el camino de carros de la casa Forestal de Prado Redondo una zona boscosa a las afueras de la Iruela. El camino llega a la ermita de la Virgen de la Cabeza, buen mirador de Cazorla y desciende hasta el castillo árabe-medieval y la piscina municipal de la Iruela. 1 hora larga de caminata.