Bien
11-06-2012 deandar
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4 h. 50'
27'
3 h. 50'
200 m.
29 km
1.450 m.
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$11
Noreste
De Mayo a Octubre
El valle de Yosemite tiene cuatro entradas principales, al norte Big Oat Flat -Hwy. 120-, al oeste Arch Rock -Hwy. 140-, al este Tioga Pass -Hwy. 120- y al sur Wawona -Hwy. 41-. Como en temporada alta y sin reserva es casi imposible alojarse en un camping o refugio del interior de Yosemite, hay que contemplar el desplazamiento diario al Parque Nacional desde algún pueblo cercano.
Nosotros estuvimos una noche en un camping junto al lago Bass a 1 h. 30' del valle y cerca de una pequeña población con todos los servicios, Oakhurst. Nuestra puerta de entrada a Yosemite era la Hwy. 41 por Wawona, perfecto si se quieren visitar también las secuoyas de Mariposa Grove. Para el día del Half Dome, como se debe madrugar bastante, avanzamos nuestro alojamiento hasta el lodge White Chief Mountain en la misma Hwy. 41 y a "solo" una hora de distancia.
Una vez en el valle debemos aparcar en el estacionamiento habilitado cerca del Curry Village o en su defecto en un lado de la carretera. Aunque lo ideal sería aparcar cerca de las Happy Isles, salida del sendero, los parkings más cercanos estan cerrados en temporada alta.
Aquí os dejamos información de todas las opciones de entrada al parque y todas las posibilidades de acceso con transporte público.
Nos acercamos al inicio del Mist Trail, paseando entre rudimentarias casetas de plástico y tiendas de campaña, entre el Curry Village y la zona del Upper Pines.
Finalmente agradecimos no estar alojados en ninguno de estos sitios, por esta época en 2012 empezó a hacer estragos el Hanta virus que dejó tres muertos e inició una alarma internacional que afectó 39 países.
Vista del Half Dome desde el valle de Yosemite
Lo primero que hacemos al pisar el Mist Trail es pellizcarnos para confirmar que no estamos soñando y que efectivamente vamos de camino al Half Dome. No solo es un sueño hecho realidad es también una auténtica suerte. Año tras año es más complicado poder subir a la cúpula granítica de Yosemite por las restricciones de acceso cada vez más severas. Antes se subía sin permiso, luego por las aglomeraciones se instauró un permiso de fin de semana, actualmente el permiso debe pedirse para cualquier día de la semana.
300 excursionistas al día lo obtienen, 250 de ellos con meses de antelación y los 50 restantes salen de una lotería diaria. Los sábados son los peores días para ganar el sorteo, los miércoles y los jueves los mejores.
Nosotros nos presentamos en dos ocasiones, un lunes y un martes y a la segunda, nuestra última oportunidad, conseguimos el pase. Eso sí las dos veces tuvimos que pagar la tasa de la lotería $5, que no se devuelve y claro el día agraciado el permiso en sí que es de unos $8 por persona -2012-.
Un poco antes de las 8 de la mañana, tarde según las recomendaciones del parque, iniciamos la caminata. No hay mucha gente pero si varios grupos que suben por el serpenteante camino de las Mist Falls. Algunos tienen el mismo objetivo que nosotros, otros pasean para ver las espectaculares cascadas de la zona, toda una excursión en si misma. El entretenimiento visual es continuo y es inevitable detenerse a contemplar la primera de las cascadas, la Vernal Fall. Con una fina neblina de agua que lo empapa todo, tenemos tiempo de sacar la cámara aún sabiendo que nos falta casi todo el camino por recorrer. En este primer tramo subimos por un estrecho cañón que el Merced river abre entre el Glacier Point, espectacular mirador y el promontorio Liberty Cap. La subida escalonada es dura y en algunos tramos está protegida con una barandilla de hierro. A nuestro ritmo se deja hacer, no hay prisas.
Hay un tercer grupo de excursionistas en la zona, los Thru-Hikers. De bajada nos cruzamos con un grupo de chicos, con grandes mochilas, cañas de pescar, ollas... salidos del John Muir Trail, desaliñados por días de caminata. Que sueño sería unirnos a ellos!.
El camino serpentea cerca de la cascada Nevada Fall
Seguimos el camino hacia la Nevada Fall, la mayor de las cascadas del cañón y que nos indica que nuestra entrada a Little Yosemite Valley está cerca. Es de las pocas zonas del camino que se hacen en llano y donde ya vemos la omnipresente mole del Half Dome a nuestra izquierda. Un pequeña línea blanca sobre el granito nos permite intuir la situación de los cables. Desde este lado impresiona.
Vista sur-este del Half Dome -desde aquí se pueden intuir los cables de subida-
Siguiendo con las recomendaciones del parque unos de los consejos es dividir la excursión en dos días, aunque no es estrictamente necesario es una buena recomendación. Y es justamente en Little Yosemite donde encontramos el camping "salvaje" -sin servicios- donde poder pasar la noche. Un permiso es obligatorio para pernoctar aquí, el Wilderness Permit, que funciona sin sorteos pero que tampoco es fácil de conseguir por la gran demanda del lugar. Es un sitio tranquilo a tocar del idílico Merced River que forma aquí unos bonitos y tranquilos meandros. Nosotros como tenemos el tiempo justo para subir y bajar ni nos lo planteamos.
Dejamos atrás el desvío al camping y subimos de nuevo, esta vez por el interior del bosque en dirección a Tuolumne Meadows, hemos virado ligeramente al norte para ir en busca de la cara nord-este de la montaña. La subida es larga pero se deja hacer, paramos para comer y es inmediato que aparecen las ardillas para acompañarnos. Aunque entre muchas otras cosas está prohibido dar de comer a los animales salvajes, incluidas la ardillas, son tan insistentes que siempre acaban por llenar su buche más de la cuenta. Estábamos avisados, pero en la misma cima del Half Dome sufrimos el robo de una bolsa de chocolatinas por parte de una familia muy entrenada de marmotas que en un momento de despiste se hicieron con el botín. A otros los vimos luchando incluso por mantener la integridad de sus mochilas, así que estáis avisados, ojo con estos traviesos roedores.
Un Ranger armado y con su Ipad controla los permisos de acceso
Pero bueno para eso todavía falta un rato de subida... El bosque se va abriendo hasta que damos con la puerta de entrada oficial al Half Dome, un puesto con un ranger que controla el acceso. Llegamos aquí sobre las 12:00 del mediodía y vimos algunas personas sorprendidas sin permiso quedarse sin entrar. El ranger hace su trabajo con total esmero, una base de datos actualizada en un Ipad que contrasta con una abultada pistola. Decir que al bajar sobre las 14:30 ya no estaba en el control, quizá alguna emergencia lo había hecho ausentar del lugar.
Bien, el ranger nos da unos consejos básicos y comprueba identidades, en parte tranquiliza cuando comenta que si hay algún problema ellos se encargarán de ayudar, por otro lado inquieta cuando explica los peligros intrínsecos de la subida que estamos a punto de iniciar, que no son pocos. Nos sorprende que destaca, mientras revisa mochilas, que es importante llevar todo atado y bien atado. ¿Porque? Uno de los peligros menos conocidos de los cables no es caer o resbalar, sino que te caiga algo encima. Un palo de un senderista o una cantimplora pueden hacer mucho daño rodando hacia un cuerpo desprevenido en la base de los cables. Acaba los avisos y recomendaciones con un Enjoy!. Estamos preparados o eso pensamos.
La subida es agotadora pero el paisaje nos da mil y una excusas para descansar
Afrontamos el tramo físicamente más exigente: una larga subida por una escalera recortada en el granito, completarla sin descansar está al alcance de poca gente. Además con las buenas vistas que se van despejando a nuestro alrededor tenemos la excusa perfecta para ir parando. Los excursionistas más madrugadores empiezan a bajar mientras nosotros todavía luchamos por subir con cierta dignidad.
Observando lo que nos espera
Los guantes son imprescindibles para subir y sobretodo bajar - nosotros que no llevamos pudimos encontrar un buen par entre los que deja la gente al regresar-
Finalmente llegamos al pie de los cables. Mientras nos acercamos nos vamos dando cuenta de la dimensión del asunto, si hubiéramos traído el equipo de vía ferrata no nos hubiera molestado utilizarlo. ¡Por qué no lo trajimos!
Lo que tampoco hemos traído son guantes imprescindibles para protegernos de la abrasión. Por suerte la gente a medida que va bajando deja los suyos usados y podemos seleccionar entre un montículo los menos deteriorados. Al final nos son de gran ayuda, especialmente en la bajada.
La idea de la progresión por los cables no es tan fácil como pueda parecer. Tenemos que ir haciendo largos pasos para apoyarnos en unas tablas de madera. Estas fijan el recorrido junto a los postes verticales que unidos con el cable de acero forman una larga barandilla. La roca resbala bastante y cada listón de madera es esencial para afianzar el paso y continuar subiendo. En el tramo más inclinado se entiende por qué está prohibido subir en caso de lluvia o amenaza de tormenta: además de los rayos, la pared es demasiado resbaladiza. Incluso en seco encontramos dos personas con problemas de agarre que decidieron que era mejor subir descalzas. Es una opción.
En el tramo más vertical vemos a un chico bajando asegurado como en vía ferrata -en general es más que recomendable ir equipados-
En los cables nos cruzamos con gente de todo tipo, padres con sus hijos pequeños de unos 10 años, incluso uno con un recién nacido en su mochila, gente mayor y toda la variedad de excursionistas que hay entre los muy preparados hasta los que no saben muy bien cómo han llegado hasta allí.
Por suerte la regulación ha funcionado y ahora no hay largas colas para subir y casi no hay que esperar detrás de nadie para completar el ascenso. En todo caso si se pregunta a la persona de delante, se puede pasar sin molestar y con los que vienen de bajada es fácil ponerse de acuerdo en quien da el siguiente paso. La paciencia es necesaria ya que no es excepcional encontrar a alguien atascado por un ataque de miedo.
El tramo más delicado de la subida es un corto paso en el que hay que subir una repisa, hay pocos apoyos y resbala un poco. Los últimos pasos en el cable son fáciles porque la pared va perdiendo inclinación.
Ya casi en la cima -el tramo final de los cables pierde inclinación-
Subimos a la derecha y pronto llegamos a la cima del Half Dome a 2.693 metros, 1.400 metros por encima del valle de Yosemite. No podemos pasar por alto la clásica foto en The Visor, aunque nos pone los pelos de punta es el testimonio de nuestro paso por aquí. Como ya hemos relatado es el momento de no despistarse con las marmotas y su natural encanto, aunque la emoción y las vistas nos la pueden jugar. La cima del Half Dome es amplia y cómoda. Sin aglomeraciones se puede caminar hasta la cara oeste y explorar innumerables vistas de Yosemite, con suerte veremos la llegada de alguna cordada.
Satisfechos y sintiéndonos muy afortunados vemos que ha merecido la pena todo el esfuerzo, loterías, días de mal dormir, kilómetros de carretera, queda todo atrás. Contentos de haber superado el reto -que sentirá un escalador al hacer cima aquí -y en ¿free solo?-, iniciamos el descenso con calma y disfrutando cada paso, hasta aquí solo hemos hecho la mitad del camino.
Adiós Half Dome, Adiós Yosemite. ¿Cuando nos volveremos a ver?
Vídeo de John Beede, subida al Half dome en 3 horas y 16 minutos.
El regreso se hace por el mismo camino destrepando los cables, si cabe más delicado que la subida.
Repetimos el sendero de bajada hasta el desvío del John Muir Trail. Es una vuelta más larga pero solo para dar unos pasos por este legendario camino ya merece la pena. También disfrutaremos de buenas vistas de la cascada Nevada, que en la ida sólo hemos podido ver desde abajo. Está todo bien señalizado.
El tramo final es compartido con gente montada a caballo, si tenemos la mala suerte de encontrárnoslos no los podremos adelantar hasta que se desvíen a un camino reservado.
Hola César, en la web de Permisos del parque tienes toda la información y requisitos: ...
deandar.com escribió hace 10 años
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Hola César, en la web de Permisos del parque tienes toda la información y requisitos:
http://www.nps.gov/yose/planyourvisit/hdpermits.htm
Para entrar en el sorteo vía web puedes hacerlo aquí:
http://www.recreation.gov/permits/Cables_On_Half_Dome/r/wildernessAreaDetails.do?page=detail&contractCode=NRSO&parkId=79064
Para el sorteo vía telefónica este es el número:
877/444-6777 puedes llamar de 7 de la mañana a 9 de la noche. Te pedirán una tarjeta de crédito.
Que tengas mucha mucha suerte!
Buenas. Vamos esta semana para YOsemite y no sabemos donde hay que ir para conseguir el sorteo diario. Por teléfono? Por la web? O hay que presentarse en algún sitio? Espero vuestra respuesta. Gracias de antemano :-)
Gracias Enrique, cuando tengas ocasión de hacerla ya nos comentarás, seguro que no te decepciona.