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Vía ferrata Mende

La vía ferrata de Mende es un largo flanqueo aéreo en la cara oeste de la Causse de Mende. La subida a una aguja y el paso por una cavidad rompen la horizontalidad de la vía ferrata.

K4FranciaVía ferrataApta iniciación

Situación

MendeLozèreOccitaniaFrancia Ficha técnica Equipadores

• Cevennes Evasion
• Año: 2011
• +33 (0)4 66 45 18 31
• @contactar

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Cómo llegar

Mende es un pueblo de considerables dimensiones, podemos esperar ir perdidos un rato en busca de la vía ferrata.
Tanto si entramos por el oeste como por el este de la N88 en el centro de Mende nos cruzaremos con la Place du Foirail, una plaza que más bien parece un gran estacionamiento al aire libre. Allí debemos tomar la RD25 que sube al aérodrome y a la Croix du Mont Mimat, indicado también Parcours Acrobàtique.
Iremos siguiendo paneles a la Causse de Mende y aérodrome. La carretera asfaltada se estrecha después de unos indicadores: a la izquierda indica Langlade/Brenoux, de frente Ermitage, Villages Morts, Parcours Acrobàtique que seguimos.
Entramos en el bosque, seguimos la carretera hasta dar con el panel informativo de la vía ferrata. Podemos estacionar a la izquierda del camino, justo al lado de una pista de tierra que seguiremos a pie. Indicaciones exactas en el mapa.

Acceso

Nos esperan 2 km de aproximación por una ancha pista que desciende por el bosque. Llegaremos a una antigua población abandonada, La Chaumette, que dejaremos a la derecha. Seguiremos una senda que desciende a la izquierda, menos marcada.
Al poco veremos indicadores de la vía ferrata. Cuando el sendero hace un giro a la derecha lo abandonamos a la izquierda para descender al inicio de la vía ferrata. En este mismo giro, unos metros antes, llegaremos del camino de regreso.

Recorrido

Flanqueo al inicio de la vía ferrata

Tuvimos que hacer esta vía ferrata bastante rápido, era la tercera de la jornada y la noche se nos echaba encima. Lo bueno es que íbamos equipados con frontal, necesario en esta vía ferrata por el tramo que cruza una corta oquedad.

Como en las demás vías de la Lozère encontramos dos variantes, una amarilla fácil y una roja difícil, con desvíos siempre indicados. Se nota que en la Lozère hay recursos y no se escatima en nada, 132.700 euros de presupuesto para 6 vías ferratas.

La parte inicial hasta que llegamos a la cueva es común a las dos variantes, se trata de un largo flanqueo horizontal y un corto destrepe final sin muchas complicaciones, para entrar en calor.

Bajamos hacia una estrecha cavidad

Situados al frente de la cueva, nos introducimos por una estrecha obertura y hacemos un flanqueo esforzado que nos lleva a la salida, una pequeña obertura más arriba. Nos encontramos en medio de una expuesta pared con un desplomado inclinado. La buena equipación lo hace más fácil de lo que parece pero impresiona el contraste de la cueva cerrada y las abiertas vistas de la pared. Una salida por la parte baja de la cueva nos lleva a la variante amarilla, evitando este paso.

Ganamos altura y pasamos por debajo de un techo. Desde aquí tenemos grandes vistas sobre el valle, con la pena de no poder ver el pueblo de Mende que nos queda justo detrás, en la cara norte de la Causse.

Salida de la cueva en un paso aéreo y desplomado

Después de un corto destrepe la variante se une con la amarilla. Seguimos el flanqueo horizontal, cada vez más aéreo, amenizado con un tibetano y una pasarela colocadas en subida.

Llegamos al paso estrella de la vía ferrata la subida a una esbelta aguja. Por el recorrido amarillo este tramo es evitable. Algunos pasos desplomados y una zona sin grapas muy expuesta donde deberemos escalar llenan de carácter esta subida y hace aumentar la dificultad general de la vía.

Puente tibetano con equipación reforzada

Subida vertical a una aguja -semidesplomado y con agarres naturales obligados-

En la cima no nos podemos entretener mucho. Destrepamos la aguja y la cruzamos por su lado oculto para acceder a la parte final de la vía ferrata. Solo nos queda decidir si tomar o no la tirolina de 35 metros. Apuramos los últimos rayos de sol lanzándonos a esta larga y abierta tirolina, una de las más impresionantes de las que hemos hecho en la Lozère y también en la que más hemos tenido que remontar a pulso para poder salir. Un gran final para una vía muy horizontal pero con pasos originales y entretenidos.

Zona de recepción de la tirolina

Regreso

Al finalizar la ferrata nos encontramos más abajo que el estacionamiento. Salimos hacia el norte y vamos ganando altura por un estrecho sendero, desdibujado a veces, hasta la pista de la aproximación. Desde aquí solo nos queda desandar el camino hasta el coche.

Sitios de referencia

Lozère (fr) Mende Tourisme

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