2 h.
1/5
10 m.
21 Km.
No
4/5
Asfalto
Sí
En coche la única manera de llegar hasta Key West es por la carretera US1 en su tramo más espectacular, la Overseas Highway un viaje que merece la pena en sí mismo, más que el propio cayo.
Otra forma de llegar es disfrutando de un crucero, Key West es una de las paradas obligatorias de la mayoría de tours por el Caribe.
Pasteles de lima, fiesta, turistas quemados y Hemingway pueden ser las palabras clave de lo que representa este pequeño cayo, límite territorial de los Estados Unidos en el sur.
Antaño un paraíso de estilo caribeño, de piratas, pescadores y artistas, actualmente es un pueblo de más de 30.000 habitantes que en parte busca satisfacer las ganas de entretenimiento y vida nocturna del turismo internacional.
Nos encontramos a escasas 90 millas de la vecina Cuba, de hecho más cerca de La Habana que de Miami Beach, como atestigua el popular y muy visitado hito Southermost Point, primera parada obligada de nuestra vuelta en bicicleta.
Playas del sur
Evitaremos parte de los tópicos del Key West, pero tenemos la segunda parada en la casa en la que Hemingway escribió el 70% de sus novelas más reconocidas. Refugio del escritor a su llegada de la castigada Europa, visitar las estancias de esta amplia casa de madera nos permite imaginar el contraste entre su vida recogida y su vida en el exterior.
La anécdota del lugar son los testimonios vivientes que pululan libremente por la casa, los descendientes de los gatos polidactilares que a Hemingway tanto le gustaban. Actualmente son los amos y tienen hasta su propio cementerio en el jardín, felices a pesar de sus problemas legales.
Dejando la residencia y alejándonos del faro de Key West, que queda justo delante, nos dirigimos a la costa sur, al jardín botánico de la Torre West Martello, modesto pero que merece nuestra tercera parada. Orquídeas y una variada flora tropical recubren este viejo fortín, de interés también arquitectónico e histórico pues se trata de un testimonio de la guerra civil americana. La entrada es gratuita, aceptan donaciones.
Casa típica frente al cementerio de Key West en época de Halloween
Desde aquí iniciamos el carril bici que nos permite dar una vuelta completa por la costa. El tramo norte no merece la pena y puede ser obviado, es una sucesión de grandes almacenes, como en las afueras de muchos pueblos de Estados Unidos.
Sí es interesante pasar por el lado este donde podremos observar amplios manglares, el hábitat natural del Manatí.
Para evitar el norte podemos tomar la calle Flagler y seguir luego hacia el cementerio de Key West, nuestra cuarta parada. Las particularidades de este cementerio son notables y es que enterrar de manera definitiva, se calcula que más de 100.000 cuerpos, en un terreno de tan escasa profundidad es un reto nada fácil de solventar.
El ambiente de todo el barrio y los alrededores, alejado de las zonas populares todavía hace pensar en el Cayo Hueso -nombre original de Key West- legendario.
Con el tiempo de visita muy limitado, nosotros devolvimos nuestras bicicletas poco después de completar unas 2 horas de tour. Con el calor y el sol intensos de la jornada, nos rendimos a otro de los tópicos de la isla. Nuestra quinta y última parada la reservamos para disfrutar del pastel de lima de los cayos, con su combinación refrescante dulce y ácida fue la mejor despedida de este rinconcito casi tropical.
Carril bici que recorre parte del cayo
Tennessee Williams fue otro de los ilustres que vivió en este cayo gran parte de su vida. Se alojó un tiempo en el hotel La Concha, donde se cree que escribió "Un tranvía llamado Deseo". Poco después, en 1949, decidió comprarse una casa, su única propiedad en Estados Unidos. Es una pena pero no se puede visitar. Wikipedia