Comentario escrito por Manué » hace 11 años
Subí el penúltimo día de 2012 con mi cuñao. Creo que es la tercera vez que la hago y este itinerario equipado me gusta bastante. Es una pasada llegar a la cumbre de Montserrat por tan ingenioso y variado recorrido, remontando la siempre espectacular vertiente norte. Enhorabuena a los diseñadores.
No es una vía de iniciación. Las ferratas son una actividad más sencilla y atractiva, pero más peligrosa que la escalada. Se tiene una sensación de falsa seguridad que puede hacer bajar la guardia. Y una caída en una ferrata es casi siempre muy chunga.
El equipamiento no está mal, pero siempre hay que ir con cuidado. Tampoco analicé todo, aunque tuve buena sensación. Los peldaños de acceso y salida de la nueva variante del puente tibetano (junto al natural de roca) son un poco endebles y hay algunos doblados o un poco sueltos, pero el cable de seguridad es razonable (teniendo en cuenta que no hace combas para que descanse el mosquetón en una eventual caída y que éste impactaría a torsión sobre el anclaje). El cambio de pared que hay justo después no es muy apto para paticortos inflexibles como yo. Tras la Aguja de Santa Cecilia, en un tramo intensamente erosionado por la acción humana, las sobadas y robustas raíces de las encinas nos protegen mucho más que nosotros a ellas. La chimenea final pone a prueba la técnica, el equilibrio, la concentración y por qué no, la fuerza y la resistencia.
Casco, guantes, arnés, disipador, cabos de anclaje, cuerda de 50 m y freno de cuerda no deberían faltar en el equipamiento del que suba por aquí. La directísima bajada del Mejillón es hermosa pero no apta para todos los públicos. Bajar sin una cuerda de apoyo se puede convertir en un berenjenal muy serio. Aún con cuerda, los rápeles no son para novatos y la sempiterna roca húmeda lo complica todo un poco más.
Mucho respeto por la montaña, por sus habitantes y por sus visitantes.