Comentario escrito por Jorge » hace 9 años
Enésima visita a este hermoso lugar. El intenso sol de la tarde hace que la pared adquiera un brillo cegador. Comienzo con el techo pequeño y consigo subirlo haciendo solo un breve descanso arriba. No hay forma de subirlo del tirón. A continuación vamos al tramo k5 del final y rapelamos. Después nos dirigimos al comienzo del segundo tramo, tras el flanqueo inicial, y lo subo tantas veces (¿tres? ¿cuatro?) que al final, en la salida por la parte superior y cuando ya me creo que lo conozco de memoria, me doy un golpe de los buenos en la rodilla con la última clavija y consigo ver las estrellas incluso antes de que anochezca. Lanzo algunos alaridos dignos de un licántropo. Pruebo el super-techo y lo hago descansando una vez. El cansancio acumulado comienza a hacer mella. Para finalizar, hacemos todo el flanqueo del inicio intentando no agarrarnos en ningún momento a la línea de vida, y casi lo consigo, pero me veo obligado a tocar una vez. ¿Y ahora qué,a empezar de nuevo? Por suerte se hace de noche y terminamos con un rapel envueltos por la penumbra que sucede al ocaso.
Suscríbete
Cinglera del Resistent
Suscríbete
Todas las rutas