Comentario escrito por Marcel » hace 7 años
Viernes 20 Enero.
Vamos a la Agulles Rodones pero casi en Solius nos damos la vuelta. Cae la del pulpo.
Movemos ficha a la Baumes Corcades.
Dicen que a las 11 ya no lloverá en esa zona. A ver si es verdad.
Ciertamente, el cielo está algo menos negro que en Solius, pero nadie diría que en 15 minutos parará de llover(...)
Bajo una pertinaz lluvia vamos negociando tramos. En el puente, la cosa se ha puesto algo más seria de lo habitual. Uno de nosotros ha tenido un (increíble) resbalón en el tramo de acceso a la subida. Precisamente en lo más sencillo de toda la ferrata. La roca o un pie mal puesto. No sabemos...
Por suerte estaba el cable y todo queda en el susto.
Llueve. ¿Aún no son las 11?
La cosa está clara. Hace un viento del copón y la temperatura no piensa subir de los 5 grados.
Cruzar el puente es un numerito de circo. Si le ponemos focos y banda de música, hasta podríamos cobrar por el espectáculo.
Llegamos al desvio hoy auténtica encrucijada.
¿Tiramos para arriba o nos acercamos al Esperó?
No sé porqué lo pregunto. Los dos estamos ya mirando para abajo buscando el cable.
No digo nada más hasta llegar bajo la vertical del Esperó.
Magda se da cuenta de que ha olvidado parte de sus "armas secretas" en el maletero de nuestro Maserati.
No se vé con ánimos de superar el desplome.
Miramos para arriba cerrando algo los ojos por la dichosa lluvia. ¿Pero aún no son las 11?
A grandes males, grandes remedios. Subo los primeros metros. Es como un dia cualquiera, le digo.
Sólo que hoy llueve...
Llego al desplome y la roca mojada no me deja pillar presa. Bajo algo y vuelvo a intentar...
No hay manera. Subo haciendo una trampita trapera.
Magda me grita que se vá. Que hoy va a ser que no. Que me espera a la salida del esperó.
Se larga andando y lanzando maldiciones.
Para maldiciones las mías, pienso.
Otra vez bajo tres peldaños. Nuevo intento de pasar limpiamente. Ahora si. Los movimientos fluyen algo toscos buscando presa, pero fluyen. Estoy arriba.
Hace un frio que es demasiado y los guantes cortos no han sido una buena elección. Llego arriba con las manos como corchos.
No hemos visto a nadie en toda la mañana y ahora la niebla lo cubre todo. No hay horizontes ni hacia el pueblo ni hacia el tramo de la escalera. La sensación de aventura es total.
Magda subirá andando. Cada uno a lo suyo. Cada uno a su manera. Nos encontraremos arriba pues.
Últimos peldaños en desplome. Magda me pega gritos de tanto frio como tiene.
Miro hacia arriba. Siguen sin ser las once...
La Senyera está en sus últimas horas. Queda medio palmo de tejido o menos.
Nos abrazamos. Estamos los dos y el viento. Somos multitud.
Todos los anclajes, cables y grapas en perfecto estado.
Al llegar al puente encontraremos medio metro de cable suelto en el suelo. Quizás le falte una grapa de magnesio. No es problemático. Parece ser un excedente de cable que ha quedado eso, suelto.
Cables del puente bien tensos.
Saludos y buenas ferratas!
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