1 h. 30'
2/5
100 m.
4 Km.
3/5
3/5
Tierra
No
Desde Porto Vecchio tomamos la D-359 hacia Palavesa y l'Ospedale. Pasada la pequeña presa de l'Ospedale, encontraremos a mano derecha varios chiringuitos y el parquing.
La principal atracción de esta corta caminata es la visita a la estilizada cascada de Piscia de Gallo, de 70 metros de altura. La ruta en sí, con muchísima gente y sin un paisaje especialmente bonito, además está prohibido bañarse en el río, no tiene especial interés. Eso sí destaca que estando en una zona tan montañosa, podamos ver todavía la costa y el Golfo de Porto Vecchio y también las curiosas formaciones rocosas que anticipan las majestuosas Agujas de Bavella.
Después de una ligera bajada entre pinares y un camino poco definido alrededor de las altas rocas de las que nace la cascada, se llega al punto culminante del descenso. Señalizado como no recomendado (no es recomendable para niños), este tramo final es resbaladizo y un poco peligroso, pero es la única manera de llegar a la base de la cascada, buen sitio para poder verla completamente.
El esfuerzo vale la pena porque la cascada es espectacular, tiene un buen caudal de agua y una caída limpia y ruidosa, todo lo que se puede pedir a un buen salto de agua.
Sin embargo, a causa de la masificación, el entorno está un poco degradado y no es equiparable a otras zonas mucho menos concurridas de la zona de Alta Rocca, como el barranco de Purcaraccia o el Bucle entre Zonza y Quenza, a nuestro parecer con mucho más encanto.
Si os gustan mucho los saltos de agua vale la pena, incluso para los más atrevidos se hace descenso de barrancos hasta la cascada, que se desciende por un espectacular y vertiginoso rápel, pero sino es mucho mejor visitar otras zonas, sobre todo las cercanas Agujas de Bavella.
Si hay tiempo es interesante visitar la presa de l'Ospedale. Medio vacía, se extiende gris y yerma, con cientos de árboles cortados, formando un paisaje desolador y a la vez muy singular. No es nada bucólico pero tiene su interés...