Reviewed by   Berto » 10 years ago

Mi compañero y yo hemos hecho todas las de Cantabria (entre ellas una K5) y esta es la más difícil de todas, si bien la dificultad queda compensada porque la altura hasta el torrente es poco elevada y no hay sensación de vacío. Si esta ferrata estuviese a más altura sería terrorífica, sobre todo "El pasito del Alberto" que te lo encuentras después de un descanso en el que se pueden escribir las impresiones en un cuaderno que hay dentro de un tupper de plástico. En ese "pasito" de marras casi no hay donde agarrarse y cuando por fin lo terminas te espera una media ducha porque hay que subir al ladito de un salto de agua. Una ferrata complicada pero muy satisfactoria cuando la has terminado. Volveremos,